Política

Curso urgente de política para gente decente

 monedero

Nos hace falta un curso urgente de política o vamos a seguir buscando escusas y haciéndonos trampas al solitario. Si sirvieran los libros de autoayuda, en cualquier librería no crecerían y crecerían los estantes repletos de ellos porque ya no tendríamos problemas. No existe la autoayuda, la única ayuda real es la ayuda colectiva y la ayuda colectiva se llama política.

¿Es aburrida la política? eso dicen también de la música clásica. Es curioso que eso que apasiona a los ricos a los pobres a menudo les parece aburrido. Alguien se habrá encargado de que las cosas sean así.

La chusma que vea Gandía Shore y que cada día sean más chusma mientras otros ven juego de tronos. Los que pensamos al contrario nos negamos a vivir en el pesimismo más crudo. Algunos pensamos que en la gente común hay posibilidades, que en la gente ordinaria hay posibilidades extraordinarias. Somos pesimistas pero pesimistas esperanzados.

Uno de los problemas que tenemos es que no vemos la mano que mece la cuna. Creemos que las cosas que nos pasan nos pasan como cuando llueve o sube la marea. Si no hay actores, si no hay gente a la que responsabilizar de los hechos, si las cosas ocurren porque meramente tienen que ocurrir desaparece la necesidad de hacer política y las decisiones quedan en manos de los técnicos, que le dicen al pueblo que el problema no es político, es simplemente técnico de modo que dejemos el conflicto de lado porque no hace falta.

No hay nada que no pueda solucionar un buen sabio, como los sabios del Banco Central Europeo. Hay gente que está exclusivamente encargada de que no pensemos y de que en el caso de hacerlo, pensemos como ellos. El partido popular reparte argumentarios a sus periodistas mercenarios. Sabemos también que el Nobel de la Paz Barak Obama, persigue a Snowden, a Manin o a Sans. Rajoy en cambio no persigue a Obama por usar las redes sociales para espiarnos: él sabrá por qué.

Los medios de comunicación que tendrían que alentarnos y generarnos inquietudes muy al contrario son parciales y cada vez más volcados al entretenimiento. Aún me estremezco al recordar aquella noche infausta en que CNN+ se convirtió en Gran Hermano 24H. Los medios de comunicación volcados en el entretenimiento en el momento que más necesitamos de la política y sin embargo las tertulias están convirtiendo la política en una suerte de salsa rosa y una universidad que es demasiado complaciente en un momento de excepción como éste tan grave como para quedarse tan sentada.

Las patronales planteando llevar la jubilación a los 70 años y al mismo tiempo pidiendo más dinero para las autopistas y ganar más plata. Un anuncio de InfoJobs busca a un licenciado en administración de empresas para repartir bollería a las 4 de la madrugada en Murcia y otro ofrece 400 euros brutos a una persona que esté dispuesta a atender ininterrumpidamente en su casa abriéndose 2 líneas de teléfono con plena disposición y darse de alta como autónomo comiéndose practicamente ese sueldo.

La última vez que en Europa se lograron conquistar derechos fue en Mayo de 1968. Las luchas de ayer son los derechos de hoy. El hecho de que llevemos más de 40 años sin pelear implica que la ausencia de luchas hoy será la falta de derechos mañana.

Derrotada la ciudadanía nos encontramos con que la gente que pone estos anuncios en las páginas de empleo, o esta patronal, o estos políticos que recortan lo que le costó a nuestros antepasados 200 años conseguir proclaman sus edictos de vencedores. Porque cuando encontramos anuncios de estas características son en realidad el discurso de una realidad que nos ha tomado la plaza y que no está haciendo prisioneros.

Ningún verdugo ha entregado nunca la soga sino se la han arrancado primero de las manos sus víctimas. Tenemos seguridad social, pensiones, educación pública, sanidad pública solo cuando el miedo cambió de bando. Hoy en cambio los asustados somos nosotros. Esa gente que deambula perpleja mientras que los canallas caminan por nuestras aceras envalentonados.

Porque saben que la gente decente no quieren dejar de ser víctimas pagando el precio de convertirse en verdugos. Porque saben que no quieren salir del agujero perdiendo la dignidad. Gente decente que no saben qué batalla han perdido ya que han hecho sus deberes. La gente que ha hecho todo lo que le decía el ejército ahora vencedor. Incluso gente que se han humillado, que han traicionado sus ideales de juventud, que dieron la espalda a los suyos y se han auto explotado para hacer los deberes y al final ven como son inclementemente sacrificados. Tal como decía Ortega y Gasset ¿Lo que nos pasa será que no sabemos lo que nos pasa? El neoliberalismo es una forma de entender el mundo basada en el individualismo y la competitividad que se ha convertido en un nuevo sentido común.

Al tiempo que nos enteramos que una empresa Sur Koreana de 3.500 trabajadores obligan a sus empleados a usar pañales para que no tengan que ir al baño y ahorrarse esas horas. No me escandaliza que un empresario obligue a llevar pañales porque siempre nos han obligado a sucumbir ante cosas como éstas, a llevar pañales reales o simbólicos. Lo realmente preocupante es que si el empresario le dijera a los trabajadores os ponéis los pañales o deslocalizo la empresa y me la llevo a otro lado terminarían poniéndose ellos mismos los pañales voluntariamente.

En estos momentos nuestra obligación prioritaria para entender eso es estudiar y despertar intelectualmente. Son los intelectuales de la izquierda los que deben hacer políticas de izquierdas y ser a la vez líderes de izquierdas para entender y hacer entender eso que ya no se ve. Para poner el dedo en la llaga. Si dijéramos lo que ya sabe todo el mundo ¿Para qué demonios hacemos falta?

Se deben decir las cosas que no son evidentes y otorgar herramientas para que la gente llegue a entenderlas. Si miramos por la ventana puede parecer que es el sol el que da las vueltas pero no es así y si no te cuidas de la opinión preestablecida es posible que al final te prendan fuego. Pero el ser humano debe estar dispuesto a pelear por la verdad y dar su vida por ella y decir: no es así, no es el sol el que da las vueltas alrededor de la tierra sino al contrario.

Necesitamos pensadores, pero pensadores críticos. Aún más en un tiempo de crisis. Porque como antes apuntaba, el neoliberalismo nos ha metido un sentido común general que nos ha calado hasta los huesos en nuestro pensamiento. La derecha es neoliberal, hace del individualismo y la competitividad sus razones de organización social y lo saben. Y la mal llamada izquierda de nuestro país también ha abrazado el neoliberalismo y no lo sabe. Hay una anécdota que siempre cuento de un tipo muy comunista al que le preguntan:

-oye, ¿si tú tuvieras dos fincas qué harías?
+Pues una para mi y otra para el partido.

-¿Y si tú tuvieras dos aviones qué harías?
+Pues uno para mi y otro para el partido.

-¿Y si tú tuvieras dos Rol Royces qué harías?
+Pues uno para mi y otro para el partido.

-¿Y si tú tuvieras dos gallinas?

Y entonces el tipo se pone a dudar y le preguntan:

-¿oye, las fincas, los aviones y los Rols Royces sí y por dos miserables gallinas dudas?

+Ya pero es que las gallinas sí las tengo.

curso urgente de política para gente decenteEn efecto, la izquierda también es neoliberal y el problema es que no lo saben. En la alemania nazi muchos de los políticos alemanes judios colaboraron en el propio exterminio. Otros mucho más decentes, se metieron voluntariamente en el gueto de Varsovia, tomaron las armas y se levantaron.

Si más judios hubieran tomado el ejemplo del gueto de Varsovia no habríamos vivido esa infamia del holocausto. No aprenderemos nunca. En este tiempo de canallas envalentonados y gente decente perpleja cualquier perspectiva de cambio pasa por entender que nuestra manera de pensar no la hemos decidido nosotros.

Hace 40 años la ciencia social diagnosticó la imposibilidad de universalizar el modelo capitalista y la democracia representativa. Si todos consumiéramos como un norteamericano medio necesitaríamos 3 planetas como la tierra para mantenernos.

Hace 40 años el grueso de la ciencia social dijo que había un colapso del modelo del estado social capitalista y la democracia representativa. La izquierda dijo que había una crisis de representatividad y rápidamente la derecha contraatacó y dijo: ¡No, no es una crisis de legitimidad, es un problema de gobernabilidad!. El problema no es que los gobernantes sean ilegítimos sino que la gente está ingobernable.

Hace 40 años el diagnóstico estaba claro pero la izquierda empezó a decir ¡ay virgencita que me quede como estoy! Mientras que la derecha planteó su diagnóstico y la terapia, las bases del neoliberalismo: Había que rebajar la condición social del estado y crear un gran mercado mundial y abrir las fronteras y desregular la economía, que había que mercantilizar la mano de obra, que había que privatizar los bienes públicos, que había que construir organismos supranacionales que fueran capaces de poner en marcha la competitividad que iba a ser más difícil que pusieran en marcha los estados nacionales mediante un gobierno elegido democráticamente.

Todas estas cuestiones vinieron recetadas en un escrito negro sobre blanco impulsado por la política exterior americana y que decía que como las masas estaban estudiadas estaban exigiendo demasiadas cosas y no podemos seguir tolerando que esas masas estudien, se conciencien y nos exijan sobrecargando el estado. Había que rebajar las exigencias de los universitarios y rebajar los contenidos de los partidos políticos y convertir los parlamentos en órganos técnicos y controlar los medios de comunicación y cambiar el sentido común de la gente.

Esto lo plantearon hace 40 años y acertaron. Llevan casi medio siglo entendiendo que los cambios son más efectivos en las consciencias. Es por esto que tenemos que comenzar a cambiar la manera de pensar de la gente y que si ellos tienen las iglesias, las escuelas y los libros, las traducciones y las universidades podríamos llegar quizás alguna vez al poder del estado pero nunca tendríamos el poder porque no tendríamos a la gente al 100% de nuestro lado.

Ha sido la derecha la que se nos ha adelantado históricamente y ha estado aplicando su diagnóstico y la terapia buscando los mecanismos que les permitan únicamente aumentar la gobernabilidad (gobernando para la gente sin la gente). La única manera de hacer eso era rebajando el conflicto social al sustituir las decisiones políticas por decisiones técnicas otorgándole el poder de decisión por ejemplo a organizaciones como el Banco Central Europeo.

A los miembros del Banco Central Europeo que hablan como en una especie de dialecto arcano que choca con los textos económicos que podemos encontrar en cualquier biblioteca o facultad y que se entienden perfectamente. Ellos en cambio utilizan un lenguaje que no entendemos pero que hace que al final nos encontremos todos despedidos.

Desde aquí les invito a que se lean las biografías de los miembros de BCE que el que menos tiene un desfalco o una quiebra fraudulenta a sus espaldas ya que todos han sido banqueros durante más de 40 años. Si una persona es banquera durante todo ese tiempo y logra alcanzar las cúpulas es porque seguro que de más de un sitio se ha llevado las cucharillas.

Con ellos en el tapete, al final no es el pueblo quien toma las decisiones, sino los llamados “expertos”. Su secreto está en despolitizar. Esto precisamente es lo que le han hachacado a Evo Morales, a Hugo Chávez, a Rafael Correa… que estaban politizando a la gente ¡Qué vergüenza! estamos saliendo a la calle, politizando a la gente y rompiendo el consenso.

El primer día que empezó el 15M los muchachos y muchachas que estaban buscando referencias y no tenían claro como hacer uso de banderas por hayarse completamente despolitizados. Esa ha sido la estrategia de la derecha, despolitizar con esa frase tan franquista: ¡haga usted como yo, no se meta en política! De este modo al final los asuntos colectivos pertenecen a unos pocos.

Juan Carlos Monedero

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